El auténtico origen de la pasta
Es frecuente asociar ciertos platos a países o culturas en concreto, aunque en realidad no tuviesen nada que ver con su invención. En la entrada de hoy vamos a hablar del origen de la pasta, uno de los alimentos más populares en la actualidad y que llegó a tierras europeas de una forma distinta a la que creemos.
Los “supuestos” viajes de Marco Polo
Quizás hayas escuchado alguna vez que Marco Polo trajo los fideos desde China a Venecia. Sin embargo, se trata de uno mito que puede ser fácilmente desmentido. La propia figura de este mercader es bastante discutida, ya que la primera versión de su historia fue publicada a finales del siglo XII por Rustichello, un personaje con el que compartió prisión en Génova.
En poco tiempo, toda Europa quedó maravillada con los relatos de sus viajes, aunque las transcripciones posteriores a diversas lenguas hicieron que estuviesen llenos de irregularidades. Es más, algunos historiadores dudan de que realmente visitara China, ya que en sus textos nunca hace mención a la Gran Muralla.
Sea como sea, aunque los chinos conocieran los fideos miles de años antes de que los italianos, existe una enorme diferencia en la forma que ambos lo elaboran. En este sentido, los primeros lo hacen con mijo en lugar de trigo, ya que este cereal no se cultivó en países asiáticos hasta fechas relativamente recientes.
¿Cómo llegó entonces la pasta a Europa?
Para rastrear el origen de la entrada de este alimento en Europa tenemos que retroceder unos siglos en el tiempo, situándonos en una época anterior a los viajes de Marco Polo. Sicilia ha sido una plaza tomada por casi todas las potencias mediterráneas a lo largo de su historia. De hecho, durante los siglos IX y XI estuvo ocupada por los conquistadores musulmanes.
Los primeros pobladores provenientes del norte de África trajeron con ellos sus costumbres culinarias y sus propios métodos de agricultura. De esta forma, introdujeron nuevos cultivos como los limones, almendras, higos o pistachos, así como condimentos, recetas y sabores que en la actualidad forman parte de la cocina siciliana, tales como el cuscús, el jazmín o los sorbetes.
Sin embargo, con ellos también llegó a Europa un alimento que resultaba de lo más exótico: la pasta. Por lo tanto, los fideos de trigo, así como todas sus variantes posibles que conocemos en la actualidad, tienen su origen en la Edad Media. El termino más común en aquella época era el de “Maccheroni”, que se utilizaba indistintamente para nombrar a la pasta seca o fresca.
El origen de los “Spaghetti”
Lo que no sabíamos a ciencia cierta era de dónde venían los “Spaghetti”, hasta que un grupo de historiadores hallaron un documento titulado “Un divertimento para el hombre que anhela viajar a lugares remotos”, escrito por el cartógrafo ceutí Al-Idrisi durante la época de Ruggero II de Sicilia, el primer monarca cristiano tras la expulsión de los musulmanes.
En el mismo, se habla de un asentamiento cercano a Palermo que producía enormes cantidades de “itriyya’” (tiras largas de masa seca), que posteriormente se exportaba a países de todo el mediterráneo. Por lo tanto, la invención de la pasta y su difusión estaría asociada al mundo islámico y no a China, como mucha gente piensa todavía.